Rechazamos enérgicamente las resoluciones adoptadas ayer en la Cámara de Representantes en los Países Bajos, sobre las iniciativas de los círculos en contra de Turquía, así como las acusaciones infundadas y difamatorias incluidas en estas resoluciones.

Se debe saber que estos esfuerzos sin fundamento, que carecen de consideración y de seriedad, no quedarán sin respuesta para quienes recurrirían a ellos. La mentalidad política que trata de atraer la atención de los votantes al recurrir al populismo y así salvar el día, eventualmente ocasionará daños a aquellos que sucumben a estos enfoques irracionales.

Sería recomendable que la Cámara de Representantes de los Países Bajos aborde cuestiones más importantes que amenazan los valores europeos, en lugar de una postura en contra de Turquía, que se nutre de prejuicios. Sería útil, en este sentido, dar prioridad a la adopción de medidas contra la extrema derecha en ascenso, la xenofobia, el racismo, el odio al Islam y los crecientes ataques perpetrados contra las mezquitas.

Está claro que en un momento durante el cual se están realizando esfuerzos para normalizar nuestras relaciones con los Países Bajos y se está avanzando gracias a medidas recíprocas, este tipo de intentos infundados y malintencionados del Parlamento holandés, cuyo propósito es incomprensible, no contribuirá a nuestras relaciones.