Rechazamos completamente las acusaciones vertidas contra nuestro Presidente en la declaración emitida hoy por el Departamento de Estado de EE.UU.

El destinatario de las observaciones de nuestro Presidente no es el pueblo judío, sino el Gobierno israelí, que ha causado la muerte de muchos palestinos inocentes, la mayoría de los cuales eran niños, mujeres y jóvenes, mediante sus ataques indiscriminados contra Palestina durante muchos días. Por otra parte, nuestro Presidente simplemente recordó las palabras de un antiguo Primer Ministro de Israel.

La sociedad turca respeta todas las religiones y tiene una cultura de coexistencia pacífica de diferentes grupos religiosos. El antisemitismo nunca ha arraigado en nuestra sociedad. Nuestros territorios han sido también una patria para muchos judíos que huyeron de la Inquisición hace siglos y del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. Valientes diplomáticos turcos ayudaron a rescatar a cientos de judíos durante el Holocausto. Nuestros ciudadanos judíos llevan siglos viviendo en esta tierra en paz y tranquilidad, sin ninguna discriminación.

Turquía se encuentra entre los principales patrocinadores de la resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que identificó por primera vez el antisemitismo como un ataque a los derechos humanos. También cabe recordar que el antisemitismo fue mencionado y condenado repetidamente por nuestro Presidente como un crimen contra la humanidad.

Por otro lado, el concepto de antisemitismo no debe ser explotado para eximir de críticas al actual gobierno israelí, ni para proporcionarle impunidad frente a las políticas sistemáticas de limpieza étnica, religiosa y cultural, así como frente a los ataques contra el pueblo palestino por parte de la actual administración israelí en los territorios palestinos ocupados.

Resulta revelador ver que los intentos de proporcionar impunidad a Israel han llegado a un nivel muy grave, ya que el Consejo de Seguridad de la ONU, responsable del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, quedó inhabilitado en un tema tan importante como el conflicto Israel-Palestina, debido al veto de un Estado miembro.

Obviamente, no es una coincidencia que las acusaciones infundadas contra nuestro Presidente y los intentos de proporcionar impunidad a Israel en el Consejo de Seguridad de la ONU tengan el mismo origen.

Por otra parte, es una grave contradicción que la Administración estadounidense, que ha calificado de "genocidio", por razones políticas y populistas, los hechos históricamente controvertidos de 1915, sobre los que no existe ninguna información, documento o prueba concreta, respalde los asaltos israelíes que se están produciendo ante los ojos del mundo entero. Nuestro Presidente también ha llamado la atención sobre esta contradicción.

Las políticas actuales de la Administración estadounidense también están en contradicción con el discurso que había utilizado antes de llegar al poder, en concreto con la importancia del orden mundial basado en normas y la supremacía del derecho internacional.

Pedimos a la Administración estadounidense que se esfuerce por detener los ataques de Israel contra la población civil, en lugar de lanzar acusaciones injustas e infundadas contra nuestros dirigentes. El levantamiento del veto en el Consejo de Seguridad de la ONU sería un primer paso importante en este ámbito.